Cifrado

En el contexto de las redes sociales, la encriptación significa convertir datos—mensajes, fotos, videos o credenciales de usuario—en un formato codificado que solo puede ser accedido o entendido por las partes autorizadas y previstas. Es la tecnología fundamental empleada por plataformas como Facebook, Twitter y Snapchat para proteger no solo nuestras conversaciones privadas, sino también información de inicio de sesión y una gran cantidad de otros datos personales y sensibles. ¿Por qué deberíamos confiar en eso?

Porque el meticulosamente desconfiable Facebook, así como las otras plataformas, utilizan complejos algoritmos para garantizar que nuestros mensajes, privados o no, permanezcan tal como aparecen: secuencias aleatorias de caracteres. En algunos sistemas, como Snapchat, no existe una clave que permita la desencriptación con un nivel de certeza. En su lugar, la 'clave' es la propia plataforma, la cual no puede afirmarse con certeza que tenga el mensaje original en una forma desencriptada.

No obstante, hay un gran debate sobre si el uso de una clave así realmente hace que los mensajes sean seguros. Que estas plataformas sean seguras, dicho sea de paso, hace menos probable que personas malintencionadas encuentren formas de espiar no solo a nosotros, sino también a sus propias plataformas.